domingo, 1 de enero de 2012

Contra las aspirinas

mira cómo todos huyen
su dolor chiquito    lo fugan
en estampidas de acetilsalicílico
igual a montar ovejas
que balan y balan
por la sangre y las infancias
y todo enmudecen
al encapsular del cuerpo
su sordera en 250 miligramos

yo únicamente digo:
sólo en los mundos perfectos
que no existen
en las novelas de bostezo
o guiones paliduchos
a los personajes no les duele
nunca la cabeza.